jueves, 19 de noviembre de 2009

4. Recomendaciones para la ciudadanía corporativa

En primer lugar, se debería implementar un programa de protección para todos los inversores bursátiles que pusieron su dinero en la empresa y manos de Madoff. Es decir, la empresa como sociedad corporativa debería de antemano establecer programas de seguros e indemnizaciones para todos sus ahorristas, los cuales servirían de soporte y de protección en casos de pérdidas y estafas de cualquier tipo. Asimismo, vale decir que la empresa debería no sólo actuar a favor de estas medidas, sino que también debería facilitar el acceso a ella sirviendo como nexo entre las sociedades de mayor nivel, quiénes están encargadas del sistema de intermediación financiera y las cuales deberían, en primer, lugar velar por la protección de estos derechos, ya que no sólo es un interés del negocio mismo, sino que por sobre todo es un compromiso social.

Además, se debería tomar más en cuenta la ciudadanía desde una perspectiva más equivalente. En otras palabras, la empresa dirigida por Madoff debería haber tomado en cuenta a los principales afectados o víctimas de sus malas actividades, tales como inversionistas, entidades financieras, ahorristas, organizaciones de caridad, empleados, así como también a sus respectivas familias. Actualmente, estas empresas deben tomar en cuenta, no sólo, las obligaciones legales que tienen para cada una de las partes afectadas en el desarrollo de los servicios de una empresa; es importante que se informe periódicamente del tipo de inversiones que se harán con el dinero de cada propietario. Además, cada una de estas partes también debe poner el debido interés en el movimiento de sus ahorros, ya que el hecho de que los maneje alguien de gran prestigio y reconocimiento, no garantiza una seguridad completa; es decir, el proceso debe ser recíproco para los intereses de ambas partes.

Asimismo, las actividades de Madoff hicieron que su empresa carezca, definitivamente, del cumplimiento de los derechos políticos de las personas. Entonces, se recomienda a las empresas promover la participación colectiva de todos los interesados en los servicios de su empresa. En otras palabras, deben promover la cohesión y sostenibilidad comunitaria, mediante su constante participación e interés en las actividades de responsabilidad social utilizando en cierta manera ese poder para influir en las actitudes de estas personas en pro de ayudar en los temas a favor de la protección de sus derechos políticos.

Finalmente, se sabe que las empresas no ejercen de manera completa el cumplimiento de los derechos en los que se basa la ciudadanía corporativa; sin embargo, se recomienda que éstas más que tratar de ejercer esta función ayuden a facilitar el acceso a la protección que la ciudadanía corporativa brinda no solo mediante el interés en las partes afectadas directa o indirectamente, sino también, mediante las organizaciones encargadas de velar por el cumplimiento de estos derechos. Asimismo, es importante que estas organizaciones se ocupen de promover la identidad y unión de las comunidades haciendo que estas participen en los procesos de decisiones de la empresa, de manera que se vean los beneficios para ambas partes y se establezca un mejor manejo de poder.

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